En cuanto a la relación entre recursos superficiales y subterráneos, se puede decir que en la Demarcación Hidrográfica Miño-Sil no existen unidades hidrogeológicas dignas de interés. Esta circunstancia, sumada a la de los altos niveles de pluviometría que se dan en toda la cuenca, determina que los recursos superficiales sean claramente superiores a los subterráneos.
Analizando la situación de los ríos pertenecientes al ámbito Miño-Sil y Limia, se pueden extraer las siguientes conclusiones:
Tabla. Aportaciones específicas a partir de las superficies de cuenca
Denominación |
Superficie Km2 |
Aportación máxima anual (hm3/año) |
Aportación media (hm3/año) |
Aportación mínima anual (hm3/año) |
---|---|---|---|---|
Total Miño alto |
4748 |
5189 |
2624 |
401 |
Total Sil superior |
3995 |
4604 |
2174 |
140 |
Total Sil inferior |
8020 |
8697 |
5110 |
796 |
Total Cabe |
737 |
632 |
233 |
31 |
Total Miño bajo |
16436 |
12889 |
8285 |
1332 |
Total Limia |
1329 |
1388 |
648 |
97 |
DEMARCACIÓN TOTAL |
17765 |
14277 |
8933 |
1429 |
Aunque en la Demarcación Hidrográfica del Miño-Sil la precipitación media casi duplica a la de España, la ausencia de regulación en algunos de los principales sistemas de abastecimiento de población plantea problemas de escasez ante las cíclicas situaciones de sequía con perjuicio, en estas situaciones, del régimen de caudales medioambientales. Estos sucesos extremos se concretan en avenidas y sequías.
Avenidas
Una avenida es una crecida temporal y excepcional en el caudal de un río, que puede deberse a causas tanto naturales como artificiales. Aquí se hace referencia a las naturales que deben fundamentalmente a excesos de lluvia coincidentes o no con deshielos, provocando una escorrentía puntual en la cuenca receptora.
En la mayoría de los casos analizados en la cuenca del Miño, los datos existentes no proporcionan un conocimiento cuantitativo ni de los caudales ni de los volúmenes asociados a las inundaciones. Además, la situación del entorno geográfico ha variado con el tiempo, por lo que no es posible deducir conclusiones estadísticas realmente válidas.
De cualquier modo, el estudio de cada inundación ha permitido formar una idea clara sobre la problemática de las cuencas de este ámbito y alcanzar las siguientes conclusiones:
Sequías
Para avanzar en la definición y caracterización de las sequías, el Ministerio de Medio Ambiente trabaja en el estudio y cálculo de un sistema de indicadores con los que se pretende evaluar el estado hidrológico de las distintas cuencas españolas. Para cada cuenca, se han habilitado unos puntos que registran evoluciones temporales de variables de interés: precipitaciones, caudales, reservas en embalses, niveles en acuíferos y almacenamiento de nieve.
En la Demarcación Hidrográfica del Miño-Sil se utilizan 6 pluviómetros, 9 estaciones de aforo de caudal en ríos y entradas a embalses y 5 volúmenes almacenados en embalses.
Cabe señalar que el mes más seco es julio, siguiéndole como más escasos julio y agosto. La relación entre las precipitaciones caídas en el mes más abundante y el mes más seco puede ser indicador de la regularidad del régimen pluviométrico; esta relación se eleva hasta 7 en la cuenca del Miño-Sil y hasta 10 en la del Limia.
El siguiente paso para profundizar en el conocimiento, valoración y paliación de las sequías son los Planes especiales de actuación en situaciones de alerta y eventual sequía (PES). Estos Planes se redactan bajo la Ley 10/2001, de 5 de julio, del Plan Hidrológico Nacional, que establece en su artículo 27 sobre gestión de sequía la obligación de elaborar Planes Especiales de actuación en situaciones de alerta y eventual sequía. Dicho Plan se refiere a la Demarcación Norte como "Norte II, III".
El "Plan Especial ante situaciones de alerta y eventual sequía" (P.E.S.) para la CHN, se aprobó mediante la Orden MAM/698/2007, de 21 de marzo, publicada en el BOE el 23 de marzo de 2007.
Miño alto
En la cuenca alta del Miño-Sil existen diversos tipos de ecosistemas acuáticos, característicos de la región bioclimática atlántica. Afluentes tan importantes como Parga, Ladra y Tamoga integran un característico complejo húmedo, formado por una extensa red de cauces, lagunas y terrenos inundados, a los que se encuentran asociados pastos, zonas agrícolas, bosques de ribera, turberas ombotróficas, brezales y carballeiras.
Esta gran diversidad de hábitat permite acoger numerosas especies de aves durante el periodo invernal, el espacio delimitado por estos ríos está declarado como zona de especial protección por sus valores naturales y se integra en la red Natura 2000.
Entre las formaciones arbóreas y arbustivas más frecuentes nos encontramos con los bosques aluviales de alisos y fresnos (Almus glutinosa y Fraxinus excelsior), las carballeras galaico portuguesas de robles (Quercusrobar y Quercus pyrenaica) y los brezales húmedos atlánticos (Erica ciliaris y Erica tetralix).
Entre la fauna, están presentes el desmán de los Pirineos (Galemys pyrenaicus) y la nutria (Lutra, lutra), numerosas anátidas (Anas erecta, Anas platyrhynchos, Anas clypeata), así como un pequeño núcleo de sisón menor (Tetrax tetrax).
Como especies piscícolas encontramos la presencia de poblaciones de trucha (Salmo trutta), anguila (Anguilla anguilla), ciprínidos como el cacho (Lenciscus carditertii), la reñosa (Rutilus arcarii) y la boga (Choridrostona polylepis duriensis). Dentro de los gasterosteidos, el espinoso (Gasterosteus aculeatus).
Miño Bajo
El tramo del bajo Miño da lugar a una ría estrecha y muy colmatada con depósitos de sedimentos, lo que la convierte en un importante reservorio de marismas y esteros.
Los problemas de conservación a que se ve sometida esta zona radican en la alta presión urbanística, la alta presión cinegética y pesquera, además de la contaminación producida por los residuos urbanos.
Durante el invierno alberga gran número de aves acuáticas como el porrón moñudo (Aythya guligula), el chorlito dorado (Pluvialis apricaria), chorlito gris (Pluvialis squatarola) y el avefría (Vanellus vanellus).
Además de las aves cabe señalar la presencia del desmán de los pirineos y la nutria, junto a una importante población de peces entre los que destaca el salmón -que representa en este río el límite de distribución más meridional de toda Europa-, la lamprea (Petromyzon marinus) pescada tradicionalmente en estas aguas, en cuya captura se empleaban diques de diseño peculiar, denominadas pesqueiras. Otras especies piscícolas que se encuentran en este tramo son sábalo (Alosa alosa), saboga (Alosa fallax), trucha, anguila, carpín (Carassius auratus), reños (Rutilus arcarii), boga (Chondrostoma polypelis), colmilleja (Cobitis calderón), perca americana (Micropterus salmoides) y solla o platija (Plactichthy plesus).
Sil
Considerando el límite occidental de la cordillera cantábrica, el alto Sil discurre por el límite sureste del valle de Los Ancares, la combinación de pastizales, laderas de monte bajo y masas boscosas de gran tamaño con vertientes abruptas permite el mantenimiento de la mejor zona osera cantábrica.
La cuenca del río Sil, a lo largo de más de 15 Km discurre por lo que se denomina Cañones del Sil, originados por la erosión de los ríos Sil y Cabe, con desniveles que van desde los 300 a los 500 m. La vegetación dominante es de tipo mediterráneo, como corresponde a la región bioclimática que atraviesa, compuesta fundamentalmente por matorral, con algunos bosquetes de alcornoque (Quercus suber) y esporádicamente de encinares (Quercus ilex y Quercus rotundifolia). Se debe destacar la existencia en la cara Norte de bosques de castaños de cierta entidad (Castanea sativa), además de los bosques aluviales de alisos y fresnos y las carballeiras galaico portuguesas de robles.
Entre las especies faunísticas más relevantes, además del oso (Urus arctos) se encuentra el urogallo (Tetrasurogallus), el lobo (Canis lupus), el gato salvaje (Felis sylvestris), el águila real (Aquila chrysaetos), el búho real (Bubo bubo) y, más asociada al río, la nutria y el desmán o topo almizclero. Destacan entre las aves, además del águila real, la totoria (Lullula arborea) o la curruca rabilarga (Sylvia undata).
Limia
El río Limia, a la altura de la Vega de Ponteliñares, discurre en torno a bosquetas de carballo y pastizales que se encharcan durante el invierno, favoreciendo la existencia de hábitats con predominio de ambientes acuáticos y boscosos. En estas localidades es frecuente encontrar plantas flotantes que en primavera-verano florecen, como el ranúnculo (Ranunculus fluitans), aves como la cigüeña blanca (Ciconia ciconia), la bisbita (Anthus campestris), el cernícalo (Falco tinnunculus), la agachadiza (Gallinago gallinago), el avetorrillo (Ixobtrychus minutus) y la totoria (Zullula arbórea).
En los tramos inferiores del Limia hasta que entra en territorio portugués, encontramos hábitats típicamente rocosos, con extensas áreas de matorral compuesto por manchas de brezal húmedo atlántico, brezales ortomediterráneos endémicos con tojo y brezales secos europeos, además de carballeiras y bosques de castaños.
Localizado en el tramo más alto del río Limia encontramos al espinoso (Gasterosteus aculeatus), un animal que puede ser localizado tanto en aguas dulces como salobres; en ambos casos se trata de fauna sedentaria. Se desconoce si existen formas migradoras en estas latitudes como ocurre en otras zonas en su área de distribución.
Entre las especies piscícolas que pueden encontrarse en la cuenca del Limia, en el ámbito de esta demarcación está la trucha común, además de varios ciprínidos introducidos como la carpa (Cyprinus Carpio), el barbo (Barbas bocagei), el cacho y la boga.