Miño alto
En la cuenca alta del Miño-Sil existen diversos tipos de ecosistemas acuáticos, característicos de la región bioclimática atlántica. Afluentes tan importantes como Parga, Ladra y Tamoga integran un característico complejo húmedo, formado por una extensa red de cauces, lagunas y terrenos inundados, a los que se encuentran asociados pastos, zonas agrícolas, bosques de ribera, turberas ombotróficas, brezales y carballeiras.
Esta gran diversidad de hábitat permite acoger numerosas especies de aves durante el periodo invernal, el espacio delimitado por estos ríos está declarado como zona de especial protección por sus valores naturales y se integra en la red Natura 2000.
Entre las formaciones arbóreas y arbustivas más frecuentes nos encontramos con los bosques aluviales de alisos y fresnos (Almus glutinosa y Fraxinus excelsior), las carballeras galaico portuguesas de robles (Quercusrobar y Quercus pyrenaica) y los brezales húmedos atlánticos (Erica ciliaris y Erica tetralix).
Entre la fauna, están presentes el desmán de los Pirineos (Galemys pyrenaicus) y la nutria (Lutra, lutra), numerosas anátidas (Anas erecta, Anas platyrhynchos, Anas clypeata), así como un pequeño núcleo de sisón menor (Tetrax tetrax).
Como especies piscícolas encontramos la presencia de poblaciones de trucha (Salmo trutta), anguila (Anguilla anguilla), ciprínidos como el cacho (Lenciscus carditertii), la reñosa (Rutilus arcarii) y la boga (Choridrostona polylepis duriensis). Dentro de los gasterosteidos, el espinoso (Gasterosteus aculeatus).
Miño Bajo
El tramo del bajo Miño da lugar a una ría estrecha y muy colmatada con depósitos de sedimentos, lo que la convierte en un importante reservorio de marismas y esteros.
Los problemas de conservación a que se ve sometida esta zona radican en la alta presión urbanística, la alta presión cinegética y pesquera, además de la contaminación producida por los residuos urbanos.
Durante el invierno alberga gran número de aves acuáticas como el porrón moñudo (Aythya guligula), el chorlito dorado (Pluvialis apricaria), chorlito gris (Pluvialis squatarola) y el avefría (Vanellus vanellus).
Además de las aves cabe señalar la presencia del desmán de los pirineos y la nutria, junto a una importante población de peces entre los que destaca el salmón -que representa en este río el límite de distribución más meridional de toda Europa-, la lamprea (Petromyzon marinus) pescada tradicionalmente en estas aguas, en cuya captura se empleaban diques de diseño peculiar, denominadas pesqueiras. Otras especies piscícolas que se encuentran en este tramo son sábalo (Alosa alosa), saboga (Alosa fallax), trucha, anguila, carpín (Carassius auratus), reños (Rutilus arcarii), boga (Chondrostoma polypelis), colmilleja (Cobitis calderón), perca americana (Micropterus salmoides) y solla o platija (Plactichthy plesus).
Sil
Considerando el límite occidental de la cordillera cantábrica, el alto Sil discurre por el límite sureste del valle de Los Ancares, la combinación de pastizales, laderas de monte bajo y masas boscosas de gran tamaño con vertientes abruptas permite el mantenimiento de la mejor zona osera cantábrica.
La cuenca del río Sil, a lo largo de más de 15 Km discurre por lo que se denomina Cañones del Sil, originados por la erosión de los ríos Sil y Cabe, con desniveles que van desde los 300 a los 500 m. La vegetación dominante es de tipo mediterráneo, como corresponde a la región bioclimática que atraviesa, compuesta fundamentalmente por matorral, con algunos bosquetes de alcornoque (Quercus suber) y esporádicamente de encinares (Quercus ilex y Quercus rotundifolia). Se debe destacar la existencia en la cara Norte de bosques de castaños de cierta entidad (Castanea sativa), además de los bosques aluviales de alisos y fresnos y las carballeiras galaico portuguesas de robles.
Entre las especies faunísticas más relevantes, además del oso (Urus arctos) se encuentra el urogallo (Tetrasurogallus), el lobo (Canis lupus), el gato salvaje (Felis sylvestris), el águila real (Aquila chrysaetos), el búho real (Bubo bubo) y, más asociada al río, la nutria y el desmán o topo almizclero. Destacan entre las aves, además del águila real, la totoria (Lullula arborea) o la curruca rabilarga (Sylvia undata).
Limia
El río Limia, a la altura de la Vega de Ponteliñares, discurre en torno a bosquetas de carballo y pastizales que se encharcan durante el invierno, favoreciendo la existencia de hábitats con predominio de ambientes acuáticos y boscosos. En estas localidades es frecuente encontrar plantas flotantes que en primavera-verano florecen, como el ranúnculo (Ranunculus fluitans), aves como la cigüeña blanca (Ciconia ciconia), la bisbita (Anthus campestris), el cernícalo (Falco tinnunculus), la agachadiza (Gallinago gallinago), el avetorrillo (Ixobtrychus minutus) y la totoria (Zullula arbórea).
En los tramos inferiores del Limia hasta que entra en territorio portugués, encontramos hábitats típicamente rocosos, con extensas áreas de matorral compuesto por manchas de brezal húmedo atlántico, brezales ortomediterráneos endémicos con tojo y brezales secos europeos, además de carballeiras y bosques de castaños.
Localizado en el tramo más alto del río Limia encontramos al espinoso (Gasterosteus aculeatus), un animal que puede ser localizado tanto en aguas dulces como salobres; en ambos casos se trata de fauna sedentaria. Se desconoce si existen formas migradoras en estas latitudes como ocurre en otras zonas en su área de distribución.
Entre las especies piscícolas que pueden encontrarse en la cuenca del Limia, en el ámbito de esta demarcación está la trucha común, además de varios ciprínidos introducidos como la carpa (Cyprinus Carpio), el barbo (Barbas bocagei), el cacho y la boga.