El agua se encuentra en la naturaleza en diversas formas, pero no todas son utilizables por el ser humano.
El recurso hídrico consumible es el agua continental dulce, tanto superficial, de ríos y lagos, como subterránea. La utilidad de esa agua incluye los sectores agrícola, industrial, recreativo, de consumo humano y de actividades ambientales.
El 97,5% de agua en la Tierra es agua salada, lo que deja sólo el 2,5% de agua dulce, de la cual más de dos tercios está congelada en los glaciares y casquetes polares.
El resto de agua dulce se encuentra principalmente en las aguas subterráneas, con una pequeña fracción de la actualidad por encima del suelo o en el aire.
Inventario de los Recursos Hídricos Naturales (PDF-10.57MB)
Fenómenos Extremos
La Confederación Hidrográfica Miño-Sil ha puesto en marcha un plan de participación pública para garantizar la presencia, en el proceso de planificación, de todas las partes interesadas que puedan sentirse aludidas o afectadas por los aspectos clave identificados, ya sean administraciones públicas, agentes económicos o representantes del tejido social.
¿Quién puede participar?
Como el agua es un asunto público que nos concierne a todos, el proceso de participación pública está abierto a todos los actores sociales: trabajadores, empresarios, agricultores, consumidores, ecologistas, afectados por las infraestructuras, ciudadanos organizados... El objetivo es que toda la ciudadanía participe activamente en el proceso de planificación y se responsabilize del resultado.
¿Cómo participar?
Los interesados pueden participar asistiendo a las Jornadas Participativas o a las Mesas Sectoriales convocadas por la Confederación Hidrográfica del Miño - Sil.
¿Por qué su participación es importante?
La participación ciudadana es importante en cuanto contribuye a mejorar el proceso de elaboración del futuro Plan Hidrológico y garantiza que las decisiones que se adopten tengan en cuenta las opiniones y la experiencia de las personas afectadas e interesadas.
La Confederación Hidrográfica Miño-Sil se ha establecido, respecto del proceso de participación pública, los siguientes objetivos:
La Confederación Hidrográfica Miño-Sil ha puesto en marcha un plan de participación pública para garantizar la presencia, en el proceso de planificación, de todas las partes interesadas que puedan sentirse aludidas o afectadas por los aspectos clave identificados, ya sean administraciones públicas, agentes económicos o representantes del tejido social.
¿Quién puede participar?
Como el agua es un asunto público que nos concierne a todos, el proceso de participación pública está abierto a todos los actores sociales: trabajadores, empresarios, agricultores, consumidores, ecologistas, afectados por las infraestructuras, ciudadanos organizados... El objetivo es que toda la ciudadanía participe activamente en el proceso de planificación y se responsabilize del resultado.
¿Cómo participar?
Los interesados pueden participar asistiendo a las Jornadas Participativas o a las Mesas Sectoriales convocadas por la Confederación Hidrográfica del Miño - Sil.
¿Por qué su participación es importante?
La participación ciudadana es importante en cuanto contribuye a mejorar el proceso de elaboración del futuro Plan Hidrológico y garantiza que las decisiones que se adopten tengan en cuenta las opiniones y la experiencia de las personas afectadas e interesadas.
La Confederación Hidrográfica Miño-Sil se ha establecido, respecto del proceso de participación pública, los siguientes objetivos:
Mapa litológico da Demarcación Hidrográfica do Miño-Sil
La cuenca Miño-Sil se asienta sobre terrenos hercínicos del Macizo Hespérico y es por ello que la mayor parte de sus afloramientos corresponde a formaciones precámbricas, paleozoicas y cristalinas.
Mientras una parte importante del río Sil atraviesa territorio leonés, el Miño y el Limia transcurren por Galicia y el norte de Portugal. Tanto el Miño como el Sil son ríos captores que se han ido interiorizando en los montes gallegos y en la cordillera cantábrica, estructurando una red que cubre buena parte del macizo hercínico de la llamada rodilla astur.
Las mayores alturas de Galicia se encuentran en las sierras orientales (Ancares, Caurel, Segundera, Queixa y San Mamede). Éstas son: Pena de Trevinca (2.095 m), Penarrubia (1.826 m) y Cabeza de Manzaneda (1.778 m). Hacia el oeste, se encuentra la meseta central lucense (Terra Cha), una extensa llanura.
El recorrido de los tres ríos, Miño, Sil y Limia, a través del macizo hespérico es un buen ejemplo de la acomodación fluvial a la pauta tectónica. Las tres sesgan las estructuras hercínicas y se adaptan a dos de las principales direcciones de fractura del macizo: la Norte-Sur y la Norte-Suroeste.
La génesis de estos ríos y su fuerte labor erosiva sobre materiales, en general muy resistentes, han determinado la formación de valles profundos, estrechos y pendientes, que sólo se abren y suavizan cuando recorren alguna depresión intramontañosa.
Las cuencas del Miño, el Sil y la parte española del Limia tiene una ordenación fundamentalmente lineal, formando valles alargados en los que se centra el río principal, que recibe muchos afluentes, por ambas márgenes.
La cuenca del Miño-Sil tiene una superficie de 17.619 km2. El Miño tiene una cuenca de 8.288 km2 y una longitud de 315 km. Nace en la sierra de Meira y desemboca en el estuarui de La Guardia, dejando al norte el Santa Tecla y haciendo frontera con Portugal. Sus afluentes más importantes son, por la izquierda: el Neira, el Sil, el Arnoya, el Mouro (Portugal) y el Coura (Portugal); por la derecha: el Avea, el Tea y el Louro.
El Sil nace en la vertiente leonesa de Somiedo, a más de 1.500 m de altitud. Atraviesa las comarcas de Laciana y el Bierzo, entra el Galicia y desemboca en el Miño por la derecha en Os Peares, al sur de Monforte de Lemos. Tiene una cuenca de 7.987 km2 y una longitud de 233,9 km. Es digno de mención su espectacular encajamiento en los Cañones del Sil.
Las aguas del Sil están totalmente aprovechadas por los embalses hidroeléctricos de San Pedro y San Esteban.
En el Cañón del Sil, se puede diferenciar una zona central de granitos hercínicos, exceptuando una banda de cuarcitas precámbricas.
Los principales afluentes del Sil en tierras gallegas son, por la izquierda: el Bibei, su principal afluente, y el Navea; por la derecha: el Lor y el Cabe.
Tanto el Miño como el Sil constituyen una de las principales regiones productoras de energía eléctrica de España.