La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS), Organismo autónomo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, apuesta por el futuro del regadío del Val de Lemos.
En este sentido, el 03 de Mayo de 2022 el presidente de la CHMS, José Antonio Quiroga, y el rector de la USC, Antonio López, firmaban el convenio de colaboración que permitiría redactar el “Plan integral de aprovechamiento agronómico del regadío en el Valle de Lemos (Monforte de Lemos- Lugo)”, dando así un paso más en la evolución de dicho regadío.
Situación de partida
La idea de realizar una obra hidráulica que permitiera el regadío del valle situado en esta zona del sur de la provincia de Lugo se remonta a un siglo atrás. En este tiempo se fueron produciendo diversos hitos hasta llegar a su estado actual: la realización de estudios para el regadío (1942); la elaboración del proyecto inicial (1954); la puesta en marcha del canal margen izquierdo (1958); la realización del proyecto de la presa de Vilasouto (1965); la constitución de la actual comunidad de regantes (1985) y finalmente la concesión a la comunidad de regantes de derivar un máximo de 21,25 hm³ de agua para regar (2006).
Estudio realizado
En la presente situación, tanto del regadío como de la comunidad de regantes, la CHMS ha sido la única administración con interés contrastado que ha mantenido la acción continuada de sus competencias y de sus recursos para conseguir que el regadío del Val de Monforte continuase vivo. En este sentido el Plan Integral para el aprovechamiento agronómico se constituye como una apuesta por el futuro sostenible que contribuya a mantener la idea inicial de que un regadío en la zona de Monforte supone un motor económico y social para la comarca.
El trabajo realizado a lo largo de más de 2 años ha permitido obtener, en primer lugar, un diagnóstico integral de la zona del regadío del Val de Lemos, que incluye la situación actual de 215,2 km de infraestructuras de canales y acequias de regadío, su digitalización y la elaboración de un Sistema de Información Geográfica acompañado de una base de datos espacial que contiene sus características principales. En cuanto a la situación socio-económica se mantuvieron entrevistas, reuniones y un contacto permanente con más de 30 regantes, los más activos, que aportaron su conocimiento sobre la situación actual en la que se encuentra el regadío.
Finalmente, dada la complejidad jurídica en la que se encuentra esta infraestructura y la comunidad de regantes concesionaria, se contó con el apoyo de un gabinete jurídico de referencia a nivel nacional especializado en la gestión de regadíos y comunidades de regantes que aportó criterio y diagnóstico legal a la situación actual.
Uno de los aspectos de mayor importancia en la gestión de todos los regadíos es contar con un censo o listado detallado y actualizado de todas las parcelas y consecuentemente de todos los regantes que tienen derecho a regar sus fincas.
La Ley de Aguas en vigor establece que es competencia y obligación de la comunidad de regantes concesionaria la elaboración y mantenimiento de dicho censo. Dada su inexistencia hasta la actualidad se procedió, dentro del convenio y de acuerdo a un exhaustivo y estricto asesoramiento jurídico, a elaborar el censo de regantes. Para el desarrollo técnico del mismo se utilizaron las técnicas más actuales de simulación de comportamiento del regadío a partir de la información del terreno y de las infraestructuras de riego existentes. Como resultado final el regadío de Val de Monforte aporta agua a 9.004 parcelas que suman una superficie total de 2.751 hectáreas y que pertenecen a 4.841 propietarios catastrales.
La fase de planificación del regadío supone la apuesta por el futuro que desde la CHMS se pretende llevar a cabo. En esta etapa los principales elementos de decisión fueron la opinión y alternativas propuestas por los regantes; la caracterización agronómica y el potencial de aprovechamiento presente y futuro de las diferentes zonas; y finalmente, el estado de conservación y el coste de reparación y mantenimiento de canales y acequias.
Como resultado se ha planificado la distribución del regadío en 11 zonas que suponen una superficie de regadío de 3.100 hectáreas. De este modo, y de acuerdo a las diferentes alternativas de plan de cultivos propuestos en el plan, a las mejoras en las infraestructuras de regadío planificadas y presupuestadas y teniendo en cuenta la dotación de agua para el regadío del Plan Hidrológico de la CHMS en su propuesta hasta el año 2039 de 11,69 hm³, se garantiza la utilización agrícola y ganadera de forma sostenible de esta superficie de regadío.
El futuro del regadío del Val de Lemos pasará, en primer lugar, por una apuesta decidida por la actividad agraria de los regantes de la zona. El disponer de agua en la época estival ha supuesto a lo largo de la historia un elemento diferencial para el desarrollo de la agricultura, el incremento de la productividad y el consecuente aumento de la rentabilidad de los agricultores.
La situación actual de la ganadería, especialmente la de leche, no se explicaría sin el regadío, así pues, la comunidad de regantes debe establecer su hoja de ruta para el futuro manteniendo los cultivos más rentables y aquellos otros que supongan un mayor valor y justifiquen la utilización de agua para su obtención. En el plan finalizado también se ha elaborado un protocolo específico para atraer inversores a la zona del regadío que pongan en marcha iniciativas agrarias generadoras de empleo y actividad.
La CHMS con este trabajo cumple su compromiso y apuesta por esta zona rural del interior de Galicia. La finalización de un Plan Integral para el aprovechamiento agronómico supone un hito en la historia de esta problemática que viene de antiguo” ha explicado el presidente
“Los problemas detectados parten de la falta de actividad agraria actual y de la necesidad de una concentración parcelaria que sustente la rentabilidad del regadío, porque no olvidemos que si hay agua hay futuro” ha añadido Quiroga. “Estamos en una zona del noroeste de España donde hay clima, tierra y agua, que ofrecen posibilidades, así pues, la Xunta de Galicia y más concretamente la Consellería de Medio Rural, no puede seguir olvidando por más tiempo el regadío del Val de Lemos” ha concluido.